Ni es tortilla ni es buñuelo. Es tortita. Y está tremenda. Gamba pelada, bleda fresca y sabor del que no se olvida. Un guiño a las comarcas de siempre, pero con el rollo de ahora. Crujiente, jugosa y con todo el power de la huerta en cada bocado. En Barecito no nos complicamos: si está buena, va a la barra.